En este momento se libra una batalla de "Vale Todo" entre dos candidatos en nuestro país, la conciencia y la razón hace ver que ambos ocultan cosas y hasta tienen algo de manchas, directa o indirectamente.
La razón me lleva a ver a la candidata como el pésimo menor, pero no dejo de pensar en el otro 50% de peruanos que piensan lo contrario, sea en forma equivocada (o no) sea que vivan aquí o fuera de aquí.
Este es el día en el cual cambiarán muchas cosas, en el cual el 50% de peruanos mas unos cuantos, tendrán al presidente que eligieron, un día en el cual las encuestas cantan a un ganador que no es mi elección y sin querer me recuerda a un 1990 donde muchos querían a un candidato escritor y donde otros terminaron eligiendo al que se suponía que no iba a hacer lo que decía el otro y no solo terminó haciendo eso sino mucho más. Curiosamente los que no votaron (creyeron) por él fueron quienes al final lo apoyaron más.
Siendo así las vueltas que da la vida, no sería extraño que en cinco años esté alabando al que ahora espero no llegue al poder, que con el tiempo diga con alegría que "estuvo bien" todo lo que hizo como tampoco sería de esperar que las generaciones (que vendrán y votarán) opinen lo contrario a uno.
En la vida todo es un círculo vicioso, para mi lo más triste será volver a un tiempo similar al que tuvimos con los gobiernos militares y no haber aprovechado el tiempo pasado para poder salir de aquí a otros lados y ver con catalejo lo que sucede y tal cual escritor que perdió una elección, opinar desde lejos y, es más, dar instrucciones de cómo votar a quienes ahora vería como compatriotas pero desde lejos.
En fin, Dios permita que no tenga que comerme mis palabras más adelante una por una o que si así fuera, sea para el bienestar de muchos sea que yo esté o no dentro de esos muchos. Justo hoy veía una película muy buena "Luna de Avellaneda" y en la cual el final no pude dejar de asociarlo con lo que se viene más tarde. Algo que me gustó mucho fue escuchar esta reflexión que se menciona en cierto diálogo de la película:
Señor concédeme:
- La serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar
- El valor para cambiar aquellas que puedo
- Y la sabiduría para conocer la diferencia.
Y pienso que eso es lo que más necesitamos ahora, sabiduría, pues el mayor riesgo es caer en el juego de otros, juego que ninguno pidió jugar y en el cual ningún jugador va a ganar.
Sé que lo que vendrá significará el fin de muchas cosas, aún si gana quien quiero que gane, pues es probable que haga parte de lo que prometió el otro y siendo así, haría realidad parte de lo que no estamos de acuerdo, como fue en los 90s.
Quizá también sea parte de lo que tiene que suceder:
"Pues vendrá un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán una multitud de maestros según sus deseos. Estarán ávidos de novedades y se apartarán de la verdad para volverse hacia puros cuentos"
2-Timoteo 4, 3-4
2-Timoteo 4, 3-4
Lo único que no me consuela es saber que mucha gente inocente podría pagar por los errores de otros, por nuestros errores, posiblemente gente que aún no nace o que si ya está aquí de un momento a otro experimentará un cambio grande en su vida. Quizá, para muchos como yo sea lo necesario para acercarnos más a Dios, a aquello que está muy lejos e inalcanzable por nuestro día a día, por lo tanto nuevamente recurro a la Biblia para entender que pasa y me encuentro con esto que quizá eventualmente vendrá:
"Que el hermano de condición humilde se sienta orgulloso por haber sido elevado, y el rico, en cambio, por haber sido rebajado, porque el rico pasará como la flor del campo. Se levanta el sol y viene el calor, seca la hierba y marchita la flor, sin que nada quede de su belleza. Así también se marchitará el rico en medio de sus empresas. Feliz el hombre que soporta pacientemente la prueba, porque después de probado, recibirá la corona de vida que el Señor prometió a los que lo aman"
Santiago 1, 9-12
Santiago 1, 9-12
Todo esto me hace recordar a un amigo de universidad, que cuando estudiante me insistía que algunas matanzas fueron necesarias para pacificar el país y yo más bien entraba en cólera pues lo veía, y lo sigo viendo, como actos cobardes que sucedieron y que no deberían volver a pasar. Recientemente me indignó verlo publicar vídeos de los parientes de esas personas indicando que eso no debe volver a ocurrir lo cual me hace pensar que es mejor: si cambiar (aún curiosamente por una elección) o volverse terco e inflexible en ideas, en valores, no lo se, ya no me queda clara esa parte.
Luego de esa pelea virtual, recuerdo que recurrí a mi Biblia y curiosamente salió lo siguiente y es ahí donde insisto que la única verdad, está en la Palabra de Dios.
"Recomiendo, ante todo, que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres, por los jefes de estado y todos los gobernantes, para que podamos llevar una vida tranquila y de paz, con toda piedad y dignidad.
Eso es bueno y agrada a Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad:..."
1-Timoteo 2, 1-4
1-Timoteo 2, 1-4
Pienso que a estas alturas es lo único que nos queda, así que... hasta pronto Facebook, hasta pronto blog... hasta después del 17 de junio, si Dios quiere.
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