En realidad a veces puede ser indignante ver la forma en que se atiende a la gente, más aún tratándose de un hospital grande producto de impuestos y descuentos a los asegurados, muchos de ellos ahora jubilados.
Sin embargo tambien es loable la actitud de muchos médicos que día a día hacen el mejor esfuerzo por salvar vidas y luchar contra la adversidad de camas compradas y recursos escasos, pero siempre con el fin de salvar vidas o mejorar la salud de sus pacientes.
Sin embargo hay cosas que siguen en la época de la carreta y lejos de ser un clásico, llega a ser una molestia, con muchas cosas por refaccionar y muy lejos de lo que hoy sería una clínica moderna.
Pensar que las historias clínicas aún se manejan en papel, en estos tiempos donde casi todo el mundo usa una PC.
Es increíble la cantidad de gente que se atiende, ver los pasillos atestados de gente esperando una cita o la atención, la fila para recoger medicamentos y para esperar una cama para ser hospitalizado, realmente increíble pero cierto, quizá triste en cierta manera, pero parte de una realidad que al parecer se da en todos lados de una u otra manera, pues cada vez hay más gente, más gente enferma y menos (buenos) hospitales.
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