El trabajar en un proyecto hasta este minuto me permite dar los siguientes consejos a todos aquellos con menor experiencia que la mía (pues los que la tengan más amplia, ni considerarán lo que escriba) probablemente:
Nunca des toda la confianza a tu trabajador, aun cuando hayas contratado a un experto
Es bueno confiar en la gente que se tiene a cargo pero siempre es bueno tener una segunda opinión, no enfoques toda tu confianza en una sola persona, repartela entre todos tus trabajadores que tengas, los grandes y los pequeños, los inteligentes y los no tan inteligentes, de manera que todos puedan darte los ojos que te faltan.
Ten fe en las personas que te muestran resultados y ten fe en aquellos que te demuestran su confianza, no en los sobones
Valora a los elementos que tienes y ten fe en aquellos que te han demostrado su confianza y respeto, valora aquellos que no siempre dicen que todo anda bien y a los que sin comprometerse a mucho cumplen sus promesas y comparten contigo sus éxitos.
La experiencia te indicará que tu jefe presenta etapas bien marcadas, después de la tempestad viene la calma, y después del sosiego, la tormenta. Un cambio provocado por ti, aún cuando lo desees, deberá contemplar TODAS las posibles consecuencias.
No te duermas en tus laureles, verás que si las cosas van bien tus logros opacarán a los más insaciables detractores que intentan sacarte del lado, tambien verás que si gracias a tus logros, alguien sale de un proyecto, alguien más buscará hacerte lo mismo.
Actúa con honestidad y buena fe. Si tu jefe sufre una decepción por parte del equipo y tu fuiste quien mostró lo que estaba oculto, no esperes que su confianza se entregue a ti completamente; es muy probable que después de apoyarte cuestione todo lo que haces, aún cuando lo hagas bien.
Otro detalle, si tu proyecto tiene usuarios, no esperes que los usuarios sean condescendientes contigo luego del cambio provocado, si ellos no lo provocaron, no creerán en ti, más de lo que creían antes que se diera.
Sugerencia: ante un cambio inminente, pisa bien el suelo, no vaya a ser que la onda del cambio o la tormenta, te arrastre si tus cimientos son débiles.
Si tienes una buena idea, dila antes que se vaya el tren y si no crees que es muy buena, mejor no la digas
Asi es, primero convéncete tu mismo que lo que estás por proponer es muy, pero muy bueno, vive y siéntelo así y dila cuanto antes que antes te puede ganar la idea, más aún si estás con gente más o igual de competente que tú. Una vez convencido, acepta el riesgo y saborea la adrenalina que empezará a correr por tu sangre.
Si no estas convencido que sea una buena idea, madúrala y no la sueltes todavía, no vaya a ser que te vaya mal (aunque en algunos casos, te puede ir bien)