jueves, febrero 17, 2011

Cisnes Salvajes (Jung Chang) – Editorial Circe Bolsillo

Con sus más de 500 páginas, este libro descubre un mundo poco conocido para los habitantes del mundo occidental.

Aún cuando al inicio se hizo presente mi pre-juicio a tener que recordar nombres chinos a lo largo de la historia, esto no fue impedimento alguno para luego de mucho tiempo lograr terminar el libro.

Este libro narra sobre los sueños, de cómo estos se mitigan y nacen a consecuencia de cambios (casi todos inesperados) del entorno. Asimismo presenta una fuerza humana inimaginable a lo largo del mismo y dispersado entre diferentes personajes, algunos buenos, otros malos, para lograr lo inconcebible aún a costa del propio sacrificio así como para tolerar y resistir sin doblegarse ante la injusticia y la adversidad en muchos casos incansablemente presente.

Otro detalle que destaco en esta obra y que circula alrededor de la misma, se encuentra en el poder de unos a costa de la ignorancia de otros; quizá el principio fundamental de todo régimen autoritario y dictatorial en el cual uno o algunos se vuelven los ojos del resto a quienes pueden controlar como marionetas al punto de hacerlos sentir lo que quieren que ellos sientan y desarrollar un sentimiento de culpabilidad tan fuerte que exime la posibilidad de cuestionar cualquier cosa. Aún cuando en nuestro país no ha sido muy difícil salir de una temprana dictadura, siento que podría haber quedado en las generaciones más tempranas esa sensación de dejar ciertos temas para otros (para que los piensen otros, digamos la prensa) y un desinterés total por formar parte de un cambio o algo así, como el que percibo en la política, en la cual para muchos resulta como “lo que digan las mayorías” o sino como cuando se elegían delegados en algunos colegios, como una tomadura de pelo al profesor.

Algo muy valorable es presentar las tres generaciones y con ello una explicación y justificación para determinados comportamientos que a primera vista para un demócrata resultarían absurdos. Algo inicialmente incomprensible pero que finalmente logré asimilar (más no compartir) a lo largo de las páginas fue el fanatismo por el cual algunas personas pueden llegar a sacrificar todo en pos de una idea (de otra persona) y por otro lado, cómo se puede sacar ventaja de una situación inestable y llegar a ser el gran líder de una nación.

A todo aquel interesado, solo me queda recomendar esta obra, no por el desenlace, tampoco por la historia inmersa en si (pues no es un libro de historia propiamente dicho pero está llena de hechos históricos) sino porque transmite e inserta al lector en un mundo casi desconocido en el cual hasta cierto punto, a diferencia de los protagonistas, tiene derecho a opinar y sentir, sin temor alguno. Finalmente permite apreciar y percibir la libertad, que para muchos de nosotros es tan tangible como el aire que respiramos (sabemos que existe pero no siempre lo tenemos presente).

Sentía un deber de manifestar mi opinión sobre esta obra, excelentemente buena aún sin considerar la pasión de la autora por los paisajes, sin tener que utilizar partes de la misma, lo cual espero haber conseguido.